domingo, 5 de abril de 2015

Bestiario

Después de darle muchas vueltas, decidí no introducir un bestiario al uso en Black Hands, porque, sinceramente, no le veía mucho sentido. Obviamente no pensaba en un bestiario tipo D&D, ni mucho menos. Quizá algo del estilo Vampiro: La Mascarada o Edad Oscura. Pero tras mucho pensarlo, he creído que meter vampiros, hombres lobo, haditas chungas, demonios, aberraciones infernales, y toda la pesca estilo Bloodborne, no me motivaba en absoluto. Tal vez porque no vemos tales cosas, ni en Thief, ni en Assassin's Creed, y como que no termino de ver el arrastrar la ambientación a un rollo demasiado "mágico". Una de las cosas que más me está motivando de esta ambientación es que todo tiene una base más o menos humana, aunque luego la retuerza hasta el extremo, y pretendo respetar eso lo máximo posible.

Seguramente usaré los bestiarios de MdT para buscar stats de animales comunes y cosas así. Pero los "bichos" de este juego, aunque sean pocos y sí estén basados en la fantasía oscura y urbana clásica, van a ir de otra guisa, y están muy íntimamente relacionados con las razas del juego. De la misma manera, no voy a poner los poderes por niveles ni por rango. Así on rol es mucho más fácil y versátil para el máster interpretar los movimientos y los ataques de estos amiguitos tan simpáticos:




Atenebrados

Se llaman así a las personas que padecen la tenebra. Esta enfermedad no conoce edad, no distingue entre niños, adultos o ancianos, ni entre clases sociales (aunque es cierto que su propagación es mayor en las zonas económicamente deprimidas de la ciudad). No se sabe cómo ni por qué se propaga. Así que en general esta enfermedad produce un fuerte miedo en la población de Ravenport, debido a la cantidad de cosas que se desconocen sobre ella, y sobre todo, porque no tiene cura.

Las fases sintomáticas de la enfermedad varían con el tiempo y obviamente empeoran a medida que éste pasa:
  1. Fase 1: La persona se ha contagiado por la enfermedad, la cual se presenta durante los primeros días de forma prácticamente asintomática. Pueden aparecer signos de cansancio y malestar general leve, y a veces un ligero catarro. 
  2. Fase 2: Durante una semana el malestar persiste, y la tos se agrava. Esta es la parte más contagiosa de la enfermedad, y dura entre dos semanas y un mes. Aparece fiebre, pérdida del apetito, palidez y sudores fríos. El síntoma más reconocido en esta fase son las pesadillas, que se vuelven vívidas y violentas, y generan pérdida progresiva del sueño.
  3. Fase 3: Durante el siguiente mes, los síntomas empeoran. Los terrores nocturnos son prácticamente constantes, y algunas personas sufren largos periodos de insomnio porque tienen miedo a quedarse dormidos. Altos niveles de estrés y ansiedad, constantes temblores, espasmos. La temperatura corporal y la tensión introvascular es alta, febril, de manera casi constante, lo que les obliga a beber muchísimo líquido para no morir por deshidratación. La palidez se acentúa y aparecen unas profundas ojeras. Las células epiteliales pierden la capacidad de segregar mielina, por lo que se vuelven especialmente sensibles y vulnerables a la luz solar, y en muchos casos desarrollan fotofobia. Pierden el sentido del gusto, toda la comida les sabe mal, y se van volviendo paulatinamente incapaces de tragar nada que no sea carne cruda, pues todo lo demás lo vomitan porque les sabe asqueroso. Empiezan a sufrir síntomas propios de la malnutrición, como delgadez extrema, caída de las uñas, pérdida parcial del pelo, pérdida de la menstruación, etc... Altas posibilidades de muerte por deshidratación y malnutrición.
  4. Fase 4: Entre el segundo y tercer mes los terrores nocturnos y la ansiedad crean paranoias, momentos de demencia, delirios, alucinaciones, etc.. Las pesadillas ocurren incluso aunque estén despiertos, y a menudo se ven incapaces de escapar de ellas. Temperatura corporal constantemente alta (unos 40ºC), presión cardiovascular y ritmo cardíaco elevados. Derrames en los globos oculares, que acaban presentando un color rojizo. Aparición de problemas de tipo visual (miopía, vista cansada, incapacidad de enfocar bajo luces intensas, ceguera parcial, etc..). Incapacidad total de comer o digerir nada que no sea carne cruda o sangre, demostrando una especial debilidad y obsesión por la humana. Las uñas se ven sustituidas por garras y los incisivos laterales se caen y se ven sustituidos por colmillos nuevos. A menudo sufren crisis nerviosas y pierden la noción de la realidad, se vuelven agresivos y atacan indiscriminadamente a todo el que se les acerca, sean amigos o enemigos. Sólo en esta fase el individuo tiene posibilidades de superar la enfermedad; aunque aquí es donde se dan la tasa de mayor mortandad por fallos cardiovasculares e, incluso, suicidio durante las crisis.
  5. Fase 5: En esta fase ya no existe posibilidad de recuperación. Insomnio permanente, ya que pierden la capacidad de dormir (se aletargan durante unas pocas horas al día para descansar, pero nada más). Se pierde todo el pelo del cuerpo, la piel se vuelve dura y correosa (tipo armadura natural, como los armadillos), aunque es relativamente fácil quemarles con fuego. La fotosensibilidad aumenta hasta el punto en el que los infectados no soportan ningún tipo de fuente luminosa (sólo ven en la oscuridad, y sus ojos se recubren de una especie de capa de piel translúcida), y la luz solar les produce quemaduras mortales. Atrofia completa del estómago, de modo que sólo pueden alimentarse de sangre o carne triturada. Las garras de manos y pies crecen hasta los 10 cm, y los colmillos sobresalen perennemente sobre los labios. Degeneración agresiva del tejido neuronal en el encéfalo, especialmente en la corteza prefrontal, de manera que se pierden completamente las funciones ejecutivas y de personalidad (traducción: el instinto impera sobre el raciocinio, y se pierde completamente la memoria, la personalidad y la noción de humanidad; se vuelven bestias agresivas incapaces re razonar). Sólo piensan en alimentarse y en cazar. En épocas de hambre, pueden llegar a canibalizarse entre ellos.
Normalmente el 80% de la gente muere en las fases 3 y 4 de la enfermedad, debido a la desnutrición y a los cambios tan drásticos que sufre el organismo, sobre todo a nivel cardiovascular: el corazón no suele soportar demasiado tiempo la tensión tan alta. A nivel alimenticio, su instinto les mueve a consumir sangre y carne humana. Algunos sufren delirio caníbal, y se desesperan tanto por consumir carne humana que se acaban devorando a sí mismos. Y, finalmente, a nivel psicológico, las crisis y las paranoias a menudo les llevan a cometer suicidio para terminar con las pesadillas.

Menos de un 1% de los casos logran recuperarse durante la Fase 4 y logran recobrar parte de su normalidad, pero presentando evidentes secuelas de la enfermedad (los Umbrados).

Aproximadamente el 19% llega a la Fase 5, y estos casos sufren cambios degenerativos tan drásticos que la recuperación tisular es imposible, y aunque superen la enfermedad, acaban transformados en monstruos insomnes y bebedores de sangre; incapaces de recuperar sus funciones cerebrales normales, así que se comportan únicamente movidos por su deseo de alimentarse.

Los atenebrados en Fase 5 se retiran a vivir en las partes profundas de la ciudad: ruinas subterráneas, alcantarillas, catacumbas... Cualquier sitio en el que puedan estar a oscuras de manera permanente y que esté en condiciones relativamente frías y húmedas. Normalmente se alimentan de las alimañas que moran con ellos, pero no es extraño que salgan de noche a la superficie para cazar humanos desprevenidos que se aproximan a las áreas en las que viven.

Estas criaturas poseen un poder llamado "Tenebra". Es similar al de los Umbrados, en el sentido de que les permite ver claramente en la oscuridad y fusionarse con las sombras para evitar ser vistos. Son muy silenciosos, muy fuertes y rápidos. Y su piel es muy dura, casi como una armadura. Hacen falta armas de acero de buena calidad, y muchísima fuerza para herirlos. Aunque, irónicamente, se les daña fácilmente con fuego o explosiones incendiarias. No obstante, el verdadero poder de la Tenebra, es el de poder provocar terrores y alucinaciones (de tipo sombras, fobias, miedos, paranoias persecutorias, etc... ellos no deciden qué ve cada uno, sino que desatan su poder y el cerebro afectado es el que se encarga de "rellenar" la visión con lo que más miedo le de) en las mentes de los demás. Precisamente por eso son tan peligrosos cuando cazan: porque es difícil defenderse de ellos cuando no se distingue lo real de lo que no lo es. Para que su poder haga efecto, tienen que tener contacto visual directo con la persona a la que le quieran provocar la pesadilla.

Hay muchos rumores sobre que las pesadillas de los Atenebrados, o que sus mordiscos extienden la enfermedad. Pero no está demostrado ni se sabe nada al respecto.

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Infectados

Los infectados no son, ni por asomo, los infectados ni los zombies que estamos acostumbrados a ver en la televisión. Aquí su infección no está producida por ningún virus, hongo, bacteria ni enfermedad. De hecho, me estoy pensando seriamente cambiarles el nombre por Aberraciones, Perversiones o algo así. Pero cambiar el concepto de "infección" en este sentido me merece bastante la pena, y eso se debe a lo siguiente.

¿Recordáis que más arriba he puesto que la sobreexposición a la Primigenia tiene efectos letales y fatales sobre el cuerpo humano? Bien, pues estos seres son personas que han sido "infectados" con más Energía Primigenia de la que sus cuerpos pueden soportar. En el 85% de los casos, la Primigenia es letal en altas dosis. Pero en unos casos muy, muy específicos, ésta logra asentarse (mal) en el organismo, creando tumores, malformaciones, miembros extra, etc... que se mezclan con formaciones cristalinas anómalas (tipo bismuto), y brillan con esa especial energía, de la misma forma que brillan las partes del cuerpo afectadas de los Deslumbrados.
Cuanto más energía Primigenia recorre el cuerpo de un Infectado, más grotesco es su aspecto. Pueden llegar a parecer verdaderamente vomitivos y aberrantes, hasta el punto de dar la impresión de que las deformaciones de su anatomía crecen sin ningún tipo de control ,y de que violan lo natural de una forma retorcida y poco agradable. Una de las principales diferencias entre los Infectados y los Deslumbrados, es que si a un Infectado le quitas la parte mayormente afectada, no pierde su poder.

Su rigen no está claro, y on rol no se sabe nada de ellos, porque todos viven en el Psiquíatrico Moira, y ya no va nadie allí. Se sospecha que son el resultado de experimentos fallidos, de intentos del Gobierno por contener la Primigenia en cuerpos humanos no compatibles, y que abandonaron allí después del motín, con la esperanza de que permanecieran en silencioso secreto. También corre el rumor de que cierto grupo de Deslumbrados fueron allí a buscar restos de piedras primigenias... y las encontraron. Su obsesión por el poder les convirtió en monstruos, y así se mantienen, hasta el día de hoy.

Los Infectados son inusitadamente longevos. Pueden vivir entre cien y doscientos años, siempre y cuando las sobredosis de Primigenia no los maten. Por norma general, son inteligentes, mantienen cierta cordura y coherencia con sus antiguas vidas (puedes hablar con ellos sobre les pasó, y hasta invitarles a un café, si te apetece), y sobreviven en comunas y grupos medianamente organizados; con una jerarquía, en la que aquel con más tumores y más contacto con la Primigenia, normalmente es el que manda sobre los demás. Su política suele ser pacífica, siempre y cuando no violes su territorio o no estés buscando problemas de forma deliberada. Prefieren seguir siendo un secreto desconocido y vivir como si el resto del mundo tampoco existiera para ellos. Se alimentan de forma normal (o lo harían de vivir en condiciones normales), y tienen las mismas necesidades que cualquier ser humano. Lo interesante radica en que cuando perciben alguna fuente de Energía Primigenia, automáticamente se olvidan de todo lo demás, y su prioridad es obtenerla a cualquier precio. Les da igual a quién tengan que llevarse por delante, o a qué precipicio saltar: para ellos absorber la Primigenia es la prioridad completa y absoluta en su vida. La necesitan para vivir, más que el aire para respirar. Así que, ya sabéis, si vais a hablar con algún Infectado alguna vez, dejad la Primigenia en casa.

Así, como curiosidad, cuando los humanos usan Concentración, pueden ver que los ojos de los infectados brillan como si expulsaran esa especie de humo brillante, azul verdoso, tan característico de la Energía Primigenia. Y además, las infecciones de Primigenia no sólo afectan a los humanos, sino también a algunos animales urbanitas.

El poder, que he llamado "Infección", básicamente consiste en que cualquiera de estos seres puede, mediante simple contacto directo, arrebatarle toda la energía vital (Primigenia) a otro ser vivo, hasta matarlo. Esa es su manera de alimentar su adicción a esta energía, aunque normalmente no suelen mostrarse agresivos con la gente corriente (tienen que estar muy desesperados para ello). De hecho, se ven especialmente atraídos por aquellos con más sintonía con la Primigenia, como los Deslumbrados, o los Puros. Además, todos los efluvios y secreciones corporales de estos seres están fuertemente intoxicados de Primigenia, lo que puede permitir que otras personas que se vean impregnados o tengan algún tipo de contacto con estos seres se desarrollen como Deslumbrados, o por el contrario, se vean sobrepasados por la Primigenia y mueran, o se "infecten" y se conviertan también en monstruos
Algunos Infectados, los más antiguos, y generalmente también los más grotescos, son capaces de manipular la energía a voluntad, y pueden, como los Deslumbrados, ejercer cierta telequinesis sobre los objetos, o despedir ondas de luz Primigenia potencialmente dañinas para el ser humano. Además poseen un increíble poder regeneración, pudiendo recuperar miembros cercenados en forma de nuevos tumores y apéndices. En resumen, es realmente jodido matarlos.

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Adictos

Los Adictos son aquellas personas, humanas en inicio, que han sucumbido a la adicción por la
amapola blanca. Tengo pensado que, simplemente, sean un aderezo más de la ambientación, antes que un enemigo a considerar. En principio, no se diferencian mucho de cualquier drogadicto común: hacen, venden y roban lo que sea con tal de consumir la sustancia en cuestión, y muchos viven en la calle, como indigentes.

Quizá debo decir que los adictos no controlan bien la Concentración. De hecho, esto se extiende no sólo a nivel de poder, sino también a su conducta en general. No pueden centrar su atención, ni realizar ninguna tarea de forma satisfactoria, si no consumen la amapola por lo menos una vez al día. No pueden "pensar" de forma clara y coherente si no consumen. De hecho, algunos sencillamente son incapaces de levantarse de la cama sin su "chute" diario. Suelen estar muy delgados, ojerosos, dejados y su pelo acaba volviéndose blanco o plateado con el tiempo. Es común verles sufrir temblores y espasmos (incluso ataques epilépticos), les tiembla muchísimo el pulso, y cuando llevan mucho sin consumir a menudo les cuesta coordinar los movimientos de su cuerpo, se mueven de manera torpe y rígida, o no pueden realizar ni las tareas más sencillas. Su conducta se vuelve maniática, desarrollan tics musculares y TOCs bastante recurrentes. Se vuelven irritables, lo que les predispone a caer en crisis violentas o agresivas con relativa facilidad.
Irónicamente, una vez consumen sus dosis, se vuelven a comportar como personas perfectamente normales durante unas horas, como si no pasara nada. El problema es que el efecto de la amapola cada vez dura menos, y se ven obligados a consumir más. Y cuanto más consumen, más rápido se habitúan, hasta el punto de que la dosis diaria no es suficiente, y quieren más... la pescadilla que se muerde la cola.

Aquellos que llevan mucho tiempo sin una dosis y están en fases muy avanzadas de la intoxicación, a menudo se evaden, caminan de manera errática sin ser conscientes de a dónde van, o sufren pérdidas de memoria de lo que han estado haciendo en las últimas horas (o incluso en los últimos años). Los casos más graves presentan, además de amnesia parcial, incluso afasias en el lenguaje, y analgesia (se vuelven físicamente incapaces de sufrir dolor). Algunos se comportan como si acabaran de lobotomizarles durante unas horas, y cuando vuelven en sí, no recuerdan nada de lo que les ha pasado... Los síntomas se van agravando a medida que las dosis aumentan, así como la frecuencia de consumición.
Aunque mueren de lo que podría morirse cualquier persona, el porcentaje más alto de muertes en caso de los Adictos, suele ser por sobredosis. Ésta les provoca una licuación de la sustancia gris en el cerbero, lo que produce que ésta empiece a deslizarse por los oídos, normalmente en medio de crisis de tipo epiléptico, y finalmente acaba generando la muerte cerebral completa.

Los poderes de un Adicto son similares a los de la Concentración en personas normales. Pero como sufren trastornos obsesivo-compulsivos, normalmente sólo pueden usar su poder contra aquello que, en un momento determinado, sea su objetivo; ya que son mentalmente incapaces de desviar su atención a nada más. Por supuesto, si no consumen, no pueden usar Concentración.

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Espectros


Debido a la época histórica en la que vive Ravenport, la gente es terriblemente supersticiosa. Creen en demonios, ángeles, monstruos... pero, sobre todo, creen en fantasmas. Aunque, en este último caso, debe decirse que no sin motivo. Los fantasmas existen en el mundo de Black Hands, porque gracias a la Primigenia, muchas veces las energías residuales de aquellos que se van al Otro Lado (el Más Allá) se acumulan adquiriendo cierta "personalidad". A estos "entes" se les conoce como Espectros, o simplemente fantasmas o espíritus. Me he basado en los fantasmas de Wraith: El Olvido para desarrollarlos.

La razón por la que aparece un Espectro, es porque el rastro primigenio que una persona deja en vida, se ve atraída o alimentada por (qué ironía), los vivos que son incapaces de llorar o de pasar página tras la muerte del difunto. Desean, atraen tan desesperadamente que la persona fallecida no se haya ido, que a menudo generan y reviven recuerdos, vivencias, de la persona en cuestión. Estos recuerdos intensos y llenos de dolor entran en sincronía con los rastos primigenios que la persana haya dejado en algún sitio antes de morir. Y la energía adquiere una especie de conciencia propia, alimentado por los sentimientos y las emociones que el vivo ha imbuido inconscientemente en ella. Así pues, la Primigenia adquiere el aspecto o la forma que los recuerdos le ofrecen, y se queda suspendida en un punto incierto entre el mundo de los vivos y el Otro Lado. Algunas personas creen que las almas que se convierten en Espectros no pueden alcanzar el descanso eterno, porque han de quedarse aquí para arreglar algún tipo de "asunto pendiente"; o porque han jurado atormentar a algún alma contra quien juraran venganza u odio eternos en vida. Otras consideran que, en realidad, los Espectros no son en realidad aquellas personas que aparentan ser, sino que sólo son rastros, sombras, que los propios vivos mantenemos al ser incapaces de aceptar su partida. Obviamente, no hay nada demostrado al respecto.

Normalmente los Espectros se alimentan de los recuerdos que las personas que conocieron en vida tienen sobre ellos. Y suelen rondar siempre por el mismo sitio, como la casa en la que vivieron, la calle por la que solían pasar, o la tumba sobre la que descansa su cuerpo. Normalmente eligen esos sitios, no sólo por el vínculo que mantienen con ellos; sino porque en dichos lugares suele estar su "ancla". El ancla de un Espectro suele ser un objeto, o incluso una persona, que les perteneció o por la que sintieron un fuerte apego, y que evoca con facilidad los recuerdos que necesitan para seguir existiendo. Debido a esto, no pueden alejarse demasiado del lugar donde se encuentra el ancla.

Es difícil decir si los Espectros son realmente criaturas malignas o no. Depende enormemente del tipo
de memorias que los hayan creado. Recuerdos de melancolía y pérdida, traerá a espíritus tristes y pasivos, que no buscarán pelea, pero que inundarán la sala de sentimientos depresivos con su mera presencia. Los que hayan sido alimentados con sentimientos de ira y dolor, se mostrarán agresivos, e intentarán dañar a todo aquel que amenace su ancla. Así se podría barajar todo el espectro de posibilidades que, por supuesto, es muy amplio.

Desgraciadamente, hay muchos Espectros deambulando en ese plano intermedio entre el mundo de los vivos, y el Otro Lado. A este plano muchos lo llaman "la Niebla". Y la Niebla, cómo no, vibra en sintonía con la Primigenia.
Normalmente los Espectros parecen estar hechos precisamente de eso: humo, niebla, de un brillante e intenso color azul-verdoso. Aunque muchos aseguran que están conformados, en realidad, de pura luz Primigenia. Pueden parecer consistentes a simple vista, pero si se les intenta tocar se produce el mismo efecto que cuando se mete la mano en una nube. Habitualmente son invisibles al ojo humano, porque no están en el mismo plano que ellos. No obstante, la Niebla está muy cerca del mundo de los vivos. Y en los sitios donde haya una mayor concentración de Primigenia, los Espectros pueden hacer uso de su poder: la Posesión. Los Espectros pueden "poseer" a una persona. Esto es: introducirse en su cuerpo y doblegar su voluntad, para controlar su organismo durante un tiempo determinado (normalmente no demasiado largo, porque la propia persona batalla por recuperar su autonomía). Estas personas son los llamados Poseídos. No sólo pueden controlar cuerpos humanos. También pueden introducirse en animales, plantas, u objetos. Esto les da ciertos poderes "poltergeist", que les permite interaccionar con el medio y hacer pasar a los vivos unos ratos realmente escalofriantes, para que sean conscientes de que "algo" les acecha, aunque no puedan verlo.
Tengo que añadir que aquellas personas que viven en sintonía con la Primigenia, como los Puros, los Poseídos o los Deslumbrados, sí pueden ver y oír a los Espectros, ya que sí pueden percibir la diferencia entre las dos realidades (están aquí y allí a la vez). Así, como dato, diré que los Espectros sí que dejan rastros primigenios en nuestro mundo, que también son perceptibles para ellos.

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